Rainbow science: visibilización e inclusión en los centros de ciencia y museos

SPOKES (the science engagement magazine) es una publicación mensual de ECSITE (European Network of Science Centres and Museums) la principal organización europea de centros de ciencia y museos, que reúne a más de 350 instituciones de todo el continente.  En su número 32, de agosto de 2017, el análisis y el dossier se centraron en analizar si «la ciencia es demasiado hetero» (Is science too straight?»), buscando una mayor inclusión y representación de la realidad LGTBIQ en los centros de ciencia y museos europeos.  Recomendamos la lectura de los datos y opiniones  de expertos, que coordina el director de la publicación, Andrea Bandelli.

El comentario editorial, Rainbow Science, plantea unas cuantas cuestiones que desde este blog sentimos también como propias (más cuando yo mismo trabajo en un centro de ciencia, el Planetario de Pamplona). Escribe Bandelli:

«¿Es la ciencia demasiado hetero? Bien podría ser, de acuerdo a un reciente informe de la Universidad de Boston» (nota: sobre este estudio, «Is Science Too Straight? LGBTQ+ issues in STEM diversity, de Barbara Moran, hablaremos en unos días en este blog, stay tunned!). «En muchas carreras científicas y centros de trabajo la visibilidad y la diversidad de las identidades de sexo y género no están tan extendidas como podría ser. Diversos informes de los últimos tiempos apuntan a que la falta de diversidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero o queer afectan negativamente a la calidad global de la investigación realizada».

En este número de Spoke Bandelli entrevista a varios profesionales de museos de ciencia y extrae una interesante conclusión: la inclusividad no es tanto una «política» o una forma de respetar a comunidades y minorías diversas como un reflejo de la madurez de la cultura de las organizaciones. «Quienes evitan la conversación acerca de la diversidad y la inclusividad LGTBIQ aduciendo que «no es un problema» realmente muestran que sí tienen un problema y que afrontar la diversidad resulta todavía incómodo».

Porque «cuando, por el contrario, se facilita la visibilización LGTBIQ+, cuando el personal y los visitantes pueden mostrarse y contribuir desde sus perspectivas y experiencias, fortalecen la cultura de su organización» y todas las personas se benefician de ello, argumenta Bandelli.

Por ejemplo, Sarah Durcan, de la Science Gallery International de Dublín (Irlanda) comenta: «La no-discriminación es pasiva. Lo que necesitamos es buscar una inclusión y participación completas y activas. Esto implica darte cuenta de lo que tu organización está -y no está- haciendo para incluir lo LGTBIQ+ en sus políticas, programación, audiencias, centros, marketing, staff y gobernanza. Si tu organización no hace nada para incluir activamente lo LGTBIQ+ o hace algo pero no se ha movido de ahí, manifiéstate. Tanto si eres LGTBIQ+ como si no, accede a la gente clave y plantea el diálogo.» Durcan participó en la sesión sobre «Diversidad LGTB en ciencia: ¿valor o carga incómoda?» en la pasada conferencia de ECSITE en Oporto, julio 2017, moderada por Andrea Bandelli.

Otro de los entrevistados es Sacha Coward, de los Royal Museums Greenwich, que lleva el proyecto @QueeringMuseums en Twitter, y desde hace dos años invita a marchar en el Orgullo de Londres junto con él a otras personas que trabajan en museos, para visibilizarse como comunidad. «Abrirme en el trabajo me hace mejor en mi tarea», afirma.  Y Shaun O’Boyle dirige su mirada al mundo STEM, de la promoción de los estudios de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, donde se debe hacer un especial esfuerzo para integrar a las minorías. «Mejorar la visibilización y la representación de científicos y científicas LGTBIQ+ es parte del proceso, y debemos tomar un enfoque colaborativo e intersectorial para crear un campo de juego común para todas las minorías subrepresentadas en ciencia».

Laura Phillips, del British Museum hace referencia a la importancia de actos como el que su museo hizo durante el fin de semana del Orgullo, cuando exhibió en su fachada la bandera arcoiris, así como una exposición y recorrido por el Museo marcando historias LGTBIQ: «Desire, love identity: exploring LGBTQ+ histories«. «Crear relaciones con las comunidades, escucharlas, cambiar la práctica del Museo en respuesta a ello» es labor de los museos, afirma.

Scott Mckenzie-Cook del Science Museum de Londres, también comenta que está incorporando actividades relacionadas con la sexualidad y con un «acento» LGTBIQ. Además de colaborar con la organización del Orgullo londinense, han experimentado colocando baños neutrales en cuanto a género, evitando la confrontación «hombres-mujeres».

"Rainbow science", en la revista SPOKES #32
«Rainbow science», en la revista SPOKES #32

Recomendamos, en cualquier caso, leer completas estas entrevistas, sobre un tema claramente poco abordado en el mundo de los museos de ciencia, pero con gran interés. Personalmente me parece fundamental incorporar en los espacios de ciencia no solamente inclusividad y favorecer el acercamiento a las minorías, sino comenzar a visibilizar también en los contenidos y colaboraciones la realidad plural y diversa.

La experiencia de cómo la visibilización de la mujer en la ciencia se ha incorporado al recorrido de los centros de ciencia, en sus exposiciones y en sus actividades al público, es algo que podemos tomar como referente a la hora de abrirnos a la comunidad LGTBIQ (que a menudo se ha sentido marginada del discurso de la ciencia, sin duda por otras razones, pero sin la complicidad del mundo de la divulgación y popularización de la ciencia).