Fue seleccionada por NATURE en 2016 como una de las personas más relevantes del año en el mundo de la ciencia, en su anual revisión de los avances científicos de cada año. Es física nuclear, transexual y doctorada por la Universidad de New Hampshire. Su mérito, según la revista: «allanar el camino para una mayor aceptación de los grupos minoritarios» en la ciencia.
En su cuenta (protegida) de Twitter, la Dra. Long comenta:
@Elena_Long :
Asst Professor studying how quarks form nuclei while promoting LGBT+ people in physics and STEM. ; #GirlsLikeUs Views & opinions are my own
Su trabajo como activista LGTBIQ en ciencia era destacado en ese número de Nature del 19 de diciembre de 2016 donde también se reconocía al astrofísico catalán Guillem Anglada-Escudé por su detección de Proxima b, el exoplaneta más cercano al Sistema Solar, o Alexandra Elbakyan, la creadora de Sci-Hub. Y calificada como «Pionera de la diversidad»:
Los físicos saben estar abiertos a percibir el mundo de nuevas maneras, pero necesitan ver los datos antes. Esto planteaba un problema a Elena Long, física nuclear que ha luchado para que su campo fuera más inclusivo a las personas de minorías sexuales y de género. «No teníamos datos porque la gente consideraba demasiado ofensivo preguntar si existían».
Los datos comenzaron a aparecer precisamente en 2016, cuando la American Physical Society publicó su informe «LGBT Climate in Physics» mostrando que el mundo de la investigación o la universidad no era precisamente inclusivo: las personas transexuales, por ejemplo, tanto estudiantes como profesionales, encontraban ambientes hostiles. Así relataba la mitad de las personas que habían participado en ese estudio pionero (32 de 324 personas, un número posiblemente representativo de otro fenómeno: la invisibilización). Se denunciaba que era habitual que sus colegas no utilizaran adecuadamente sus identidades de género o fueran cuestionadas, además de diversos tipos de acoso y homofobia o transfobia.
En Nature recogían una infografía a partir de los datos del estudio de la Sociedad Física Estadounidense (APS), donde se muestra cómo la situación dista mucho de ser inclusiva:
Elena «Ells» Long fundó con otras colegas lgbt+physicists, «la primera página web para físicas y físicos lesbianas, gais, transgénero, intersexuales, queer, que se lo cuestionan, asexuales, pansexuales, no cisgénero y no hetero (y también cis y heteros amistosos)». Se trata de promover entornos científicos libres de toda forma de prejuicio o discriminación, como establecen en sus objetivos, apelando a los derechos humanos básicos de quienes somos parte de minorías sexuales y/o de género.
Promueven la visibilización , pero también campañas de apoyo y reconocimiento a las buenas prácticas, están empujando para que estos temas se recojan dentro de los compromisos de los centros de investigación y universidades.
Elena Long desarrolla por otro lado su trabajo como física nuclear en el Laboratorio de Física Nuclear de la Universidad de New Hampshire. En él trabajan en la comprensión de la estructura de la materia. Precisamente aquí tenemos un vídeo que recoge una conferencia a alumnos explicando estas investigaciones sobre la materia convencional.
En HAY UNA LESBIANA EN MI SOPA Pepi escribió en diciembre de 2016 un artículo sobre Elena Long que reproducimos por su interés (muchas gracias a HULEMS por dejarnos hacerlo):
La física transexual Elena Long, una de las personas más relevantes de 2016 en la ciencia
Por Pepi – diciembre 22, 2016
La revista científica Nature, una de las publicaciones sobre la materia más prestigiosas del mundo, ha elaborado su lista anual de los diez científicos más destacados. En este 2016, Elena Long, una física nuclear transexual doctorada por la Universidad de Nuevo Hampshire, ha sido seleccionada como una de las personas más relevantes en la ciencia por “allanar el camino para una mayor aceptación de los grupos minoritarios” en el gremio científico.
Long inició una investigación novedosa en la Sociedad Estadounidense de Física (APS por sus siglas en inglés) para comprobar si científicas lesbianas, gais, bisexuales o transexuales se habían sentido discriminadas en el ámbito profesional por su orientación sexual o su identidad de género. “No teníamos datos, porque la gente consideró demasiado ofensivo preguntar si existimos. Era una encerrona”, explicaba Longa para argumentar su estudio.
Tras preguntar a 324 personas dentro de la física, los resultados arrojaron que más de un quinto se habían sentido excluidos, intimidados o acosados en el trabajo el año anterior. Los físicos transgénero fueron los que mayor índice de discriminación sufrían en el gremio científico. Así que la física nuclear fundó el grupo de apoyo LGBT + Physicists, para que los científicos del colectivo pudieran compartir experiencias e impresiones. Long también consiguió que la APS creara un comité para recopilar datos sobre la discriminación del colectivo LGBT en la ciencia, y ahora está ayudando a la Sociedad a establecer un grupo de miembros centrado en la diversidad y en la inclusión. Mientras tanto, su carrera científica sigue viento en popa: Long ha ganado dos premios a jóvenes científicos otorgados por su laboratorio y es co-líder en dos nuevos experimentos con aceleradores de partículas.
En esta lista de la publicación británica, en la que hay mayor presencia masculina, han conseguido entrar otras tres mujeres científicas a parte de Long: la física argentina Gabriela González, portavoz e investigadora del observatorio LIGO, que ha comprobado este año la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein; la experta en enfermedades infecciosas Celina M. Turchi, la “detective del Zika”, que hizo un seguimiento del virus en el noroeste de Brasil por encargo del gobierno brasileño, y la estudiante de informática kazaja Alexandra Elbakyan, quien gestiona la web de “piratería” Sci-Hub, en la que se pueden obtener estudios científicos sin necesidad de pago.
